Audi ha creado un radar digital de sostenibilidad diseñado para descubrir cualquier posible irregularidad relacionada con el medio ambiente, los derechos humanos y el cumplimiento de la normativa a lo largo de toda su cadena de suministro. El objetivo es detectar las infracciones en una fase lo más temprana posible para poder poner en marcha las medidas de corrección oportunas inmediatamente.
Requisitos para ser proveedor de Audi
Audi quiere garantizar que tanto sus proveedores directos como las empresas que trabajan para ellos cumplen los mismos estándares que la marca alemana se autoimpone en sus operaciones. Para ello, desde 2019 exige a todos sus proveedores la calificación de sostenibilidad (“S rating”) según su Código de Conducta para Socios Comerciales. Suspender en esta prueba impide a cualquier empresa firmar un contrato con Audi.
En 2020 más de 13.000 de sus proveedores realizaron una autoevaluación de su rendimiento en materia de sostenibilidad, y más de 800 fueron auditados in situ.
Un proyecto piloto para supervisar la cadena de suministro
Para mejorar esta supervisión integral de los riesgos y gestionar de la mejor manera su compleja estructura de proveedores, Audi tiene en marcha desde octubre de 2020 un proyecto piloto que utiliza la Inteligencia Artificial (IA) para completar la supervisión de la cadena de suministro.
Se trata de un sistema digital de alerta de riesgos que recoge todo tipo de noticias sobre 4.000 empresas que forman parte de su cadena de suministro, desde redes sociales hasta medios de comunicación locales de 150 países y en más de 50 idiomas. Basándose en el reconocimiento automático del habla que ha desarrollado la start-up austriaca Prewave, Audi analiza en tiempo real el significado de cada mensaje y detecta las posibles situaciones de peligro.
Estas pueden ser riesgos sociales (violaciones de la legislación laboral, malestar de los trabajadores, trabajo infantil, discriminación en el lugar de trabajo), riesgos para el medio ambiente (contaminación, consumo excesivo de agua, gestión irregular de residuos) o riesgos cibernéticos (ciberataques, fraudes, robos de datos).
Cuando la IA detecta uno de estos riesgos potenciales envía una notificación automática al departamento de compras de Audi, que puede entonces examinar la situación con detalle y tomar las medidas necesarias. Ante una situación de riesgo confirmada, Audi puede exigir a sus socios la aplicación inmediata de mejoras y correcciones o, incluso, dar por finalizada su relación comercial.
Una ventaja de este sistema es que la Inteligencia Artificial está en constante aprendizaje, por lo que su capacidad para reconocer indicios de riesgos se va perfeccionando con el uso.
Como decíamos, se trata todavía de un proyecto piloto con el que Audi está verificando la fiabilidad y capacidad de esta IA, pero los primeros resultados apuntan a que esta es una herramienta potente y muy adaptable que permitirá a la empresa mejorar su política de transparencia y supervisar con eficacia sus acuerdos de sostenibilidad.
